Si tiene la enfermedad de Crohn, es posible que hayas escuchado que los síntomas pueden aliviarse si buscas la rutina de ejercicios adecuada.

Esto puede hacer que te preguntes: ¿Cuánto ejercicio es demasiado? ¿Cuál es el mejor ejercicio para ayudar a reducir los síntomas? ¿Pueden ciertos ejercicios empeorar los síntomas?

El ejercicio es una parte importante de un estilo de vida saludable. Las actividades aeróbicas moderadas, el entrenamiento de resistencia y el yoga o el tai chi pueden ayudarlo a controlar sus síntomas. También pueden ayudar a disfrutar de una mejor salud en general, una parte importante para mantenerse bien con cualquier enfermedad.

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Beneficios del ejercicio en la enfermedad de Crohn

Si bien la mayoría de las personas con enfermedad de Crohn saben que no hay cura para la enfermedad, muchas están ansiosas por encontrar un truco simple para eliminar los síntomas. Desafortunadamente, no es tan fácil. Para que nuestros síntomas entren en remisión, debemos reducir la inflamación, abordar los problemas con nuestro sistema inmunológico o ambos.

Ninguna rutina de ejercicios no puede eliminar los síntomas de la enfermedad por sí sola. Sin embargo, el ejercicio puede ayudar a que nuestro tracto digestivo funcione de manera más eficiente. También puede ayudarnos a mantener una buena salud en general, lo que puede disminuir los síntomas, aumentar los niveles de energía y fortalecer el sistema inmunológico.

Los expertos creen que el ejercicio alivia los síntomas de Crohn principalmente al reducir los niveles de estrés. Dado que el estrés puede agravar nuestros problemas digestivos, el ejercicio regular y otras actividades para reducir el estrés y así aliviar los síntomas de la enfermedad. El ejercicio también puede ayudar a reducir los síntomas de la depresión, algo que algunos enfermos de Crohn puede padecer. 

El ejercicio también tiene otro beneficio para las personas con enfermedad de Crohn: la prevención de la osteoporosis. La enfermedad de Crohn tiene un mayor riesgo de osteoporosis, tanto por la enfermedad en sí como como un efecto secundario de muchos medicamentos para el Crohn. Se sabe que los ejercicios con pesas ayudan a prevenir la osteoporosis al disminuir la tasa de pérdida de masa ósea. También puede ayudar a desarrollar un mejor equilibrio y fuerza muscular, lo que puede reducir el riesgo de caídas y fracturas óseas.

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Ejercicio aeróbico moderado

Cuando se tiene la enfermedad de Crohn, los entrenamientos agotadores de alto impacto pueden hacer que nos sintamos agotados. Nuestro médico probablemente nos recomendará actividades aeróbicas de bajo impacto. Por ejemplo, realizar una caminata de media hora varias veces a la semana. Otras opciones de bajo impacto incluyen ciclismo, natación y aeróbic acuático.

Un estudio publicado en el Journal of Crohn’s and Colitis descubrió que caminar tres veces por semana a un ritmo moderado durante aproximadamente media hora ayudó a los participantes con enfermedad de Crohn a mejorar sus síntomas. Los participantes también notaron mejoras generales en su calidad de vida. Cubrieron una distancia promedio de 3.5 kilómetros en cada caminata.

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Yoga y Tai Chi

El yoga o el tai chi pueden ser una buena adición a nuestra rutina de ejercicios. Ambas formas de ejercicio combinan movimientos cuidadosamente controlados y técnicas de respiración. Esta combinación meditativa puede ayudar a aliviar el estrés. El yoga y el tai chi también pueden ayudar a quemar calorías al mismo tiempo que mejoran la fuerza muscular, la flexibilidad y el equilibrio.

Crea una rutina segura y divertida

Es importante consultar con nuestro médico antes de comenzar un nuevo programa o actividad de ejercicios. Debemos asegurarnos de que nuestro médico esté de acuerdo con cualquier cambio importante que realicemos en nuestra rutina de ejercicios. Una vez que tengamos la aprobación del médico, un entrenador profesional puede ayudarnos a aprender cómo realizar nuevas actividades de manera segura. Podemos considerar inscribirnos en una clase de entrenamiento de resistencia, yoga o tai chi diseñada para principiantes.

Siempre debes prestar mucha atención a tu cuerpo y tomar descansos cuando los necesites. Por ejemplo, hacer una pausa o detenerse cuando nos sintamos fatigados. También es aconsejable limitar el ejercicio durante los brotes: elige ejercicios de bajo nivel o espera hasta que estes sano antes de reanudar la rutina de ejercicios. Elige actividades y espacios de entrenamiento que brinden un fácil acceso a los baños, en caso de que experimentemos diarrea u otros síntomas mientras hacemos ejercicio. Debemos también asegurarnos de hidratarnos adecuadamente antes, durante y después de la sesión de ejercicio. La deshidratación puede ser un problema, especialmente si tenemos diarrea crónica.

Cualquiera que sea el programa de ejercicios que elijas, debe ser algo que disfrutes. Si te estás divirtiendo, es más probable que lo mantengas a largo plazo. Considera probar una variedad de actividades hasta que encuentres algo que te guste. Invitar a un amigo o familiar a que te acompañe puede ayudar a que el ejercicio sea más agradable.

El ejercicio regular es una parte importante para mantener la salud. Elegir actividades físicas de ligeras a moderadas puede ayudar a mejorar la salud en general, sin poner demasiado estrés en el sistema digestivo. Puedes disfrutar de los muchos beneficios que ofrece el ejercicio, incluso con la enfermedad de Crohn.