Tratamiento de la Enfermedad de Crohn

Una vez diagnosticada la EC el médico recurrirá a su tratamiento. Existen diferentes por lo que  el tratamiento de la Enfermedad de Crohn puede variar dependiendo del paciente.

Normalmente los tratamientos suelen ir incorporándose en el paciente de forma escalonada que son como se presentan en este post. Suele empezarse a tratar la EC con Aminosalicilatos como por ejemplo la Pentasa® y si este no funciona dar paso a otro medicamento. Así hasta que, por decirlo de alguna forma, “den con el tuyo” y la enfermedad disminuya sus síntomas.

Hay que decir que estos tratamientos en ningún caso eliminan la enfermedad ya que esta es crónica pero sí que tratan de minimizar sus síntomas y de pausar los brotes. El objetivo siempre es la inactividad de la EC y que el paciente pueda tener mejor calidad de vida.

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¿Cuáles son los fármacos para el tratamiento de la Enfermedad de Crohn?

 

  • Aminosalicilatos. Los nombres comerciales son Salazopyrina® Claversal®, Lixacol®, Asacol®, Mezavant®, Pentasa® y Salofalk®. Suelen utilizarse en brotes leves o como mantenimiento. Su propósito es disminuir la inflamación intestinal. Los aminosalicilatos suelen ser gránulos que se administran por vía oral y normalmente varias veces al día. Algunos también se presentan en forma de enemas para que el enfermo lo introduzca en el recto y actúe como desinflamador.

Este tipo de tratamiento tiene muy pocos efectos secundarios y suele tolerarse bien pero en pacientes con brotes más agudos es probable que no tenga ningún efecto.

 

  • Corticoides. Cuando la enfermedad se activa y comienza un periodo agudo es posible que al paciente se le administren corticoides. Si el paciente ha sido hospitalizado por un brote en el hospital se le tratará con corticoides a través de la vía intravenosa y si este se encuentra en su domicilio se administraran en pastillas de forma oral.

En muchos casos puede ocurrir que el paciente no mejore con los corticoides y presente una resistencia hacia estos por lo que deberá pasarse a otro tratamiento para controlar el brote. Son los conocidos como corticorresistentes. Otros puedes ser corticodependientes, es decir, cuando están en un brote agudo y son tratados con ellos manifiestan una mejora pero al retirárselos vuelven a recaer.

Los corticoides como muchos saben pueden tener efectos secundarios que pueden ser poco importantes como granos en la piel, insomnio, vello, etc. o pueden llegar a ser bastante importantes y ocasionar graves problemas al paciente así que el tratamiento de la Enfermedad de Crohn con ellos no suele alargarse mucho en el tiempo.

 

  • Inmunosupresores. Se presenta de forma comercial como Imurel. Se trata de un medicamento que inhibe la respuesta inmunológica del organismo, es decir, de las defensas. Como la EC es autoinmune, es decir, el sistema inmunitario ataca las células del propio organismo, lo que hace este medicamento es dejar KO las defensas de nuestro cuerpo. Normalmente este tratamiento llega después de los anteriores (Aminosalicilatos y Corticoides) después de no haber funcionado. El tratamiento con inmunosupresores va acompañado de análisis periódicos de sangre para comprobar el estado de los glóbulos blancos encargados de defender el organismo.

 

  • Terapia biológica. Infliximab (Remicade), Adalimumab (Humira) y Golimumab (Simponi). Uno de los tratamientos más punteros y en los que más hincapié se está haciendo respecto a sus investigaciones. Al contrario que los demás, estos medicamentos no están compuestos por sustancias químicas combinadas si no por sistemas vivos como bacterias o células. Este tratamiento de origen biológico actúa atacando a mediadores de la inflamación liberados por células o linfocitos T que han sido activados, como es el caso del factor de necrosis tumoral-alfa (TNF-alfa), lo que lleva a un bloqueo de la inflamación y a una posterior fase de inactividad de la Enfermedad de Crohn.

 

Antes de comenzar con este tratamiento al paciente se le realizan una serie de pruebas para conocer su estado actual, su inmunización y descartar infecciones.

Estos fármacos se presentan en forma de inyecciones por vía subcutánea que el paciente puede administrarse él solo aunque el Infliximab se realiza por vía intravenosa y es necesario acudir a un centro médico para su administración.

 

  • Antibióticos. Este tratamiento se comienza a usar cuando el médico ve que existe una infección en el paciente que presenta EC o para controlar situaciones de crecimiento de bacterias en el intestino. Cuando este tratamiento es administrado al paciente este suele tener la enfermedad activa así como sus síntomas (fiebre, dolor abdominal, e incluso fístulas perianales). Los antibióticos se presentan en forma de pastillas aunque si el paciente se encuentra hospitalizado por brote agudo pueden administrarse por vía intravenosa.