Cada tipo de cáncer digestivo puede estar ocasionado por un cúmulo de factores que van desde la herencia genética a las condiciones ambientales. No todas las enfermedades tienen el mismo peso en cada cáncer, existen enfermedades que en algunos resultan determinantes y en otros resultan casi irrelevantes. ¿La enfermedad de Crohn y cáncer de colon están relacionados? Esta es una pregunta que muchos enfermos de Crohn abordan.

Desde hace tiempo los servicios de salud pública acumulan datos que relacionan enfermedades con predisposiciones familiares, con modos de vida en áreas especiales y con otras afecciones que pueden ser precursoras de esta enfermedad. La enfermedad de Crohn se origina por una inflamación crónica de algunas partes del tubo digestivo. La causa última de este trastorno es poco conocida pero se cree que tiene que ver con una respuesta autoinmune desde el organismo hacia estos tejidos que lo constituyen.

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¿Existe alguna relación entre la enfermedad de Crohn y cáncer de colon?

En los últimos años se ha relacionado enfermedad de Crohn y cáncer de colon. Los estudios que vinculan una enfermedad con otra son largos y complejos. Parten de un estudio estadístico que debe tomar un abanico lo más representativo de la población en general. El problema que se plantea muchas veces es que los datos corresponden con los casos más graves estudiados en los hospitales de los servicios de salud.

De esta forma las formas agresivas del cáncer del colón se tienen a recoger en su práctica totalidad. Y al mismo tiempo la enfermedad de Crohn puede estar camuflada entre otros trastornos intestinales ocultándose esta parte representativa de la enfermedad al dictamen que la relaciona con el cáncer de colon.

La etiología de cada tipo de cáncer es como dijimos antes muy variada y deriva de los mecanismos más básicos de la vida. Una explicación completa sobre la relación entre estas dos enfermedades debería acercarse lo más posible a los elementos comunes en la generación de ambas enfermedades. Sin embargo lo que se hace es usar extrapolaciones de datos clínicos a la población general para deducir de ellos una relación estadística que justifique una relación que vincule la génesis de ambas.

Los cirujanos del aparato digestivo suelen decir que el abdomen es una caja de sorpresas, en algunos casos desagradables. Las pruebas diagnósticas para el tratamiento de una patología pueden mostrar los indicios de otra distinta.

Es en estas pruebas exhaustivas para distinguir si una enfermedad inflamatoria intestinal se trata de una colitis ulcerosa o la misma enfermedad de Crohn cuando se puede descubrir el inicio de un tumor. Por otra parte la vinculación de ambas dolencias con un error del sistema inmunitario representa un peligro de desarrollo células de tipo tumoral.

El cáncer de colon es un tipo de cáncer muy vinculado con un modo de vida sedentario y con una dieta rica en grasas y azucares refinados. En algunas sociedades como Japón se presenta en una proporción ínfima respecto a lo que representa en los países más ricos. La prolongación de los años de vida y estas costumbres dietéticas poco saludables lo favorecen.

Establecer una relación entre el hecho de sufrir la enfermedad de Crohn y una mayor predisposición al cáncer de colon no está probada por una relación directa. Pero las causas favorecedoras de una enfermedad también lo pueden ser de la otra. El mal funcionamiento del sistema inmunitario en la enfermedad de Crohn tampoco es un buen principio para atajar un tumor benigno o maligno.

La relación de la enfermedad de Crohn y cáncer de colon en cifras

Estadísticamente (los datos estadísticos siempre hay que interpretarlos y no pueden usarse como confirmación de una relación causa efecto) el riesgo de tener cáncer de colon entre la población general es de un 5%. Pero esta cifra se eleva al 15% al tener antecedentes de enfermedad inflamatoria intestinal. Se incluye en estos datos la colitis ulcerosa que no es enfermedad de Crohn pero está bastante relacionada con ella.

Para la colitis ulcerosa el tiempo se ha establecido una correspondencia directa entre la cantidad de tiempo en que se ha sufrido la enfermedad junto a la extensión d la zona afectada en el intestino con la probabilidad de sufrir cáncer de colon.  Los datos para la enfermedad de Crohn no están tan claros y están sujetos aún a revisión.

El conocimiento completo de la etiología de una enfermedad es lo que permite vincularla con el desarrollo de otra. Como dijimos al principio para el caso de la enfermedad de Crohn  no hay datos suficientes para establecer una relación de causa efecto. De todas formas la prudencia y la oportunidad de estar sometido a controles aconsejan una revisión exhaustiva que aseguren la ausencia de focos tumorales.

La salud merece ocuparse de estos asuntos con la seriedad que merecen pero sin alarmismos. El trabajo profesional de los especialistas médicos es la defensa más eficiente para enfrentarse a la incertidumbre de saber cómo evolucionará un órgano que sufre una afección. El objetivo es seguir las recomendaciones sanitarias, hacer un seguimiento informado y atento, el resto lo aportará en orden natural de las cosas.